Colecci N De Varias Obras En Prosa Y Verso Del Excmo. Se Or D. Gaspar Melchor De Jovellanos (1); (1830. [3], 445 P., [1] H. L M.)
Resumen del Libro
Este libro hist rico puede tener errores numerosos, falta texto, im genes, o un ndice. Los compradores pueden descargar una copia gratuita escaneadas del libro original (sin errores) de la editorial. 1830. No se muestra. Extracto: … zas de las muger s, examin mosle ahora con relacion al decoro de su sexo…, r. Esta es una matei ia regulada por la opinion aun mucho mas que la antecedente. La opinion sola calif cala mayor parte de nuestrasacciones, y loque es indecente en un pais y en un tiempo, es honesto indiferente en otros. Por lo comun la idea de la decencia sigue el progreso de las costumbres p blicas. Donde se hallan contagiadas por la corrupcion, asi como la honestidad es una virtud mas rara, es tambien menor el n mero de las acciones que se creen compatibles con ella. Pero en los pueblos virtuosos la misma honestidad es una especie de salva.guardia, cuya sombra ia mayor parte de las, acciones humanas se miran como honestas, como, indifereptes.iLa inocencia no ve la malicia sino donde anda descubierta.,, … Para confirmar esta verdad no ser necesario buscar ejemplos entre aquellos pueblos salyages, donde en medio de la desnudez se han podido conservar el pudor y la honestidad. Si fuesen necesarios algunos, los hallaremos millares en los pueblos mas sabios y ilustres de la antig edad: en aquellos cuyas costumbres son tan admirables nuestros ojos. Las dos c lebres rep blicas de la antigua Grecia, cuyas virtudes fueron siempre un modelo digno de la imitacion de su posteridad, pueden citarse sin empacho. Sin embargo, cu ntas de sus acciones, cu ntos de sus usos y costumbres nos parecer an en el dia torpes indecentes? En efecto, asi como cada gobierno, cada siglo, cada pais tiene sus costumbres tiene tambien sus ideas peculiares de decoro y decencia. En medio del recogimiento de ios siglos pasados, qu parecer an nuestro…
