El Reino Milenario Según La Biblia.
Resumen del Libro

¿Qué precederá al Reino Milenario de Jesucristo? La falsedad del Nuevo Orden Mundial. Nada hay de nuevo en este añejo mundo, solo repetición de viejas mañas aparentadas para diferentes épocas, y en la nuestra, directamente relacionadas con la explosión demográfica y tecnológica anunciadas desde antaño por el profeta hebreo Daniel, cuando empinado hacia el final de nuestra Era escuchó y escribió cuando se le decía: Tú empero Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin: pasarán muchos, y multiplicaráse la ciencia (Daniel 12:4). La encrucijada en que los homo-sapiens se enfrentan a su Hacedor está a punto de alcanzarse, aunque otros aprovechando la dolencia de un mundo lleno de humanos cansados de opresión, injusticias y abusos, se esmeran en implantar la otrora ideología del bondadoso ‘nuevo’ líder que nos traerá ‘humanidad’ y una gran ‘comunidad internacional’, mientras se promete democracia y paz, para instalar el viejo truco del Nuevo Orden Mundial, sin embargo, esta vez muy peligroso, al contar con la tecnología más avanzada, internet y satélites, en una era nuclear astuta y manipulativa. No es nada nuevo, y lo vemos ejemplificado en su máximo apogeo, tan temprano como en tiempos de Babel, cuando la élite de entonces hizo creer a todos que unidos alrededor de un hombre—tipo Nemrod—podrían alcanzar la gloria soñada de espaldas al Creador, de quien—como ahora—ya no creían, y de ahí el dicho de: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo, y hagámonos un nombre…(Génesis 11:4). En tiempos modernos lo pudimos experimentar bajo la hoz y el martillo del Kremlin moscovita, con su Imperio Comunista, prometiéndole al mundo otra nueva era, y poniéndonos, en repetidas ocasiones, al borde de una conflagración termonuclear. Jesucristo advirtió a sus seguidores que estos serían tiempos angustiosos, asegurándonos que: habrá hambres y…