El Suave Inhumanista
Resumen del Libro
El hombre -según Lamartine- es un dios caído que aún se acuerda de los cielos. ¿Será éste el argumento que justifique metafísicamente la venganza de quien está cargado de razón, o el que la invalide para siempre? ¿Qué hacer con aquél que, dotado de responsabilidad y autoridad para con otros, exhibe un solo libro en los anaqueles de su despacho, bien a la vista de todo aquél que deba apurar, por obligación, el expediente de entrar en él, y ese libro es Las flores del mal ? Este pequeño haz de cuentos es para quien piense que perdonar a sus enemigos puede ser la carga de un hombre hecho de barro.En cada uno de los relatos que contiene nos encontramos con que un personaje, interior o exterior al ámbito textual, ha imprimido, deliberada o inconscientemente, por necesidad o por capricho y puñetería, un empuje, un movimiento, a un péndulo, el cual más habría valido, en cualquier circunstancia y ocasión, que hubiera permanecido en reposo. Dicho movimiento debe llamarse crueldad. En cuanto al necesario retorno del mecanismo, las más de las veces habrá que atribuirle la denominación de venganza, más raramente redención. La voz narrativa parece producirse en estado de hipnosis, a fuerza de contemplar el ir y venir del artefacto.¿Es lícita la venganza? ¿Puede tratarse la fuerza de gravedad de un modo distinto al de la pura descripción científica? ¿Le es dado a un texto rasgar la carne con mayor eficacia que un puñal? ¿Es el mal necesario? En caso afirmativo, ¿tiene utilidad alguna?El lenguaje tal vez no ofrezca respuestas. Sin embargo, al retorcerse tratando de encontrarlas, compone a veces, por efecto de una virtud intrínseca, figuras enigmáticas, de alguna manera atractivas, en algunos casos con vocación y poder hipnótico.
