Instrucciones Para Vivir Cristianamente En El Mundo; Aument. Con Lecturas Piadosas
Resumen del Libro

Este libro hist rico puede tener errores numerosos, falta texto, im genes, o un ndice. Los compradores pueden descargar una copia gratuita escaneadas del libro original (sin errores) de la editorial. 1845. No se muestra. Extracto: … As pues, si se trata de una materia importante, si vuestro silencio compromete vuestra religion, no os quedeis mudo, tomad la palabra, pero si el ataque es pasagero, procurad disimuladamente que decline la cuestion. (Recuerdos de Conferencias.) XIV. Sociedades dom sticas. 1. La sociedad dom stica es para nosotros todav a de mucha mayor importancia que la sociedad comun, porque nos toca de mas cerca. Es en estremo molesto tener una misma mesa, un mismo hogar, unos mismos intereses, y carecer del mutuo afecto de aquellos con quienes estamos unidos con lazos de esta naturaleza. Hay sin embargo muchas personas, dulces, amables, oficiosas con los otros, y que en lo interior de su casa tienen los modales mas bruscos insoportables. 2. Huid de tan vituperable conducta. La mas rica familia es la mas desdichada si una paz reciproca no r ina en ella. Sin esta paz nada puede haber ordenado, ni alegr a de esp ritu, ni estimacion de los hombres, ni bendicion de Dios. 3. Preciso es, pues, hacer todos los esfuerzos para conservar esta paz si existe, y para conseguirla si no se tiene. Para lograr este fin tan importante como digno de ser deseado, he aqu los medios mas seguros y los mas eficaces: afeccion, indulgencia, vigilancia y orden. 4. Amad, dice S. Agustin, y obrad despues en la familia como quisier is, es decir, del modo que os dictar el amor, que no puede dejar de ser amable. Si amais los otros, en cambio sereis tambien amado, y de este rec proco amor no puede resultar otra cosa que una agradable concordia de obras y de afectos. 5. No obstante, en todas las familias, por santas que sean, hay defectos, porque son sociedades de hombres y no de ngeles. Es necesario, …