La Ciudad Adolescente
Resumen del Libro

No era fácil resistirse al contoneo de Yumi mientras limpiaba, cocinaba o planchaba, en compañía de Isaac, el Médico, los Van Van y Vienen, Orisas, Lucrecia, la que vive en España, me decía. Yo le contestaba que nunca había conocido a alguien que disfrutara tanto con el trabajo de la casa como ella. Una condena, el trabajo doméstico, opinaban con razón nuestras abuelas y madres, cargadas de críos, las sufridas amas de casa, sin vacaciones ni domingos, obligadas y sin paga. Ahora era una de ellas, aunque no lo pareciera.