La Intervenci N Y El Imperio (1861 1867) (1)
Resumen del Libro

Este libro hist rico puede tener errores numerosos, falta texto, im genes, o un ndice. Los compradores pueden descargar una copia gratuita escaneadas del libro original (sin errores) de la editorial. 1903. No se muestra. Extracto: … capitulo xi El donjun Ede o lleg una ma ana demudado y lleno de aflicci n, perdido el color del rostro, el p rpado paral tico m?s bajo, los pies m?s claudicantes que nunca, y un aspecto de tristeza, de abatimiento, de dolor, que habr an infundido compasi n al alma m?s pedernalina. Lleg su vivienda y se dej caer de golpe en una silla, con la cabeza baja y la sobrepelliz arrugada, pues no hab a tenido tiempo de quit rsela antes de salir de la iglesia. Las muchachas le rodearon m?s espantadas que sol citas, y guardaron silencio por t cito convenio, hasta que vieron que se llenaban de agua las pupilas del casullero, que el agua se condensaba en los ngulos de los ojos, y que, por fin, dos l grimas gordas como tejocotes le surcaban las mejillas.–Pero, qu es eso, pap dijo Eufrasia.– Qu te pasa, pap pregunt Gervasia.–A ti te sucede algo muy gordo, pap, resolvieron Protasia y Eustasia. Don Bernab movi la cabeza indicando que era verdad lo que maliciaban las dos hijas mayores, pues le suced a una cosa tan tremenda, que ni manera de decirla encontraba.– Han puesto presos los se ores capitulares?– Han fusilado alg n jefe conservador?– Han cogido de leva Cordovita?– Te han impuesto alg n pr stamo? A cada una de estas preguntas, Sede o meneaba la cabeza como para indicar que no era nada de lo que cre an, que la desventura era todav a m?s grande y m?s dolorosa que lo que ellas hab an imaginado, y que era mejor no darle vueltas, porque no llegar an regular el mal …