La Travesía
Resumen del Libro
—Uno de los inconvenientes que tienen estos barcos, es que no van a tierra en un montón de días —farfulló Ralph Eklan malhumorado—. Menos mal que volveremos a casa. El 7 de marzo podremos estar en Nueva York si no hay tropiezos. ¿Cómo va todo? —Puaff. Ni mujeres, ni bailes, ni vida ni nada. —Vida sí —sonrió el primer oficial—. ¿Acaso estamos muertos? —Como si lo estuviéramos —bebió el contenido del vaso y volvió a mediarlo. Después depositó la botella de whisky en el tablero de la mesa y encendió un largo cigarrillo.