Los Matrimonios Del Diablo; Novela De Costumbres
Resumen del Libro
Este libro hist rico puede tener errores numerosos, falta texto, im genes, o un ndice. Los compradores pueden descargar una copia gratuita escaneadas del libro original (sin errores) de la editorial. No se muestra. 1867. Extracto: … CAPITULO II. Donde el doctor Ifei-val olvida A Escolapio y piensa en Cupido. Ederlinda no era de aquellas mujeres timoratas que se sobresaltan por la cosa mas peque a. Vi ndose sola en un coche con un hombre quien no conocia, solo se le ocurri preguntar: — Se puede saber ad nde vamos?–No tardar usted mucho en saberlo, la contest el des conocido, que no era otro que un criado de la bailarina.–Entonces, tendr paciencia hasta el final de la aventura.–Eso es lo mejor que puede usted hacer.–Pues eso har . Y guard silencio. El coche se detuvo, y el criado abri la portezuela. Ederlinda se encontr en un portal que estaba casi oscuras.–Bajemos, pues ya hemos llegado.–Esto parece cosa de novela. Bah! Han apagado las luces para que yo no pueda reconocer esta casa, se dijo Ederlinda. El criado cogi del brazo la mujer del agorero y la condujo hasta el cuarto principal. Ederlinda encontr la puerta abierta, y se la condujo, siempre cogida del brazo, hasta un gabinetito alumbrado por la sola luz de una buj a colocada en una rinconera. Aquella pieza estaba tan oscura como el portal. –Espere usted aqu, la dijo el gu a.–Aqu espero, contest Ederlinda sin inmutarse. Trascurrieron algunos minutos, abri se una puerta, y la exsaltimbanquis distingui un bulto que se acercaba h cia ella. No tard mucho en convencerse que aquel bulto era una se ora j ven y hermosa.., –Buenas noches, Ederlinda la dijo.– Ah! Sabe usted c mo me llamo, respondi .–S, puesto que acabo de pronunciar el nombre de usted.–Entonces, me lleva usted eso de ventaja, porque yo no s con q…
