Milicia Y Escultismo
Resumen del Libro

No son pocos quienes defenderían que el ser humano busca incesablemente el establecer jalones con los que guiarse en la ardua tarea de afrontar los retos vitales como dominador y no como dominado, que busca establecer certezas desde las que afrontar la vida, en la medida de lo posible, como amo de su destino. Lejos de gobernar con plenitud nuestra realidad nos encontramos todos sometidos en mayor o menor medida a una situación global que en demasiadas ocasiones se presenta como humanamente inadmisible, y no podemos sino admitir con certeza apodíctica la urgencia de que en todos los estratos de la economía la ética retome un papel rector que nunca debió abandonar. Podríamos dejarnos llevar por el desánimo y por no pocos pensadores agoreros llegando a entender en relación a la economía algo parecido a lo que Francis Bacon afirmaba en relación a la naturaleza, que «a la naturaleza no se la vence sino obedeciéndola». Pero ni la naturaleza es la economía, ni estamos obligados a obedecer a ésta última, ni el objetivo es vencerla, sino en virtud de su carácter como constructo humano, transformarla.La economía de lo que tan genérica como difusamente denominamos Occidente se ha sumido profundamente en una nueva crisis que hace pensar en la necesidad de establecer un punto de inflexión, un punto de no retorno que nos lleve a reconsiderar cómo hemos desarrollado nuestra economía hasta este momento replanteando el futuro de la misma. A diferencia de lo que parece plantear Stefano Zamagni en Economía civil: Eficiencia, equidad, felicidad pública y en Heterogeneidad motivacional y comportamiento económico. La perspectiva de la economía civil, entendemos que lo que necesitamos no es la implementación específica o reconocimiento de la reciprocidad, sino el asentamiento en la sociedad de valores subyacentes que puedan derivar en disposiciones similares a / de la misma clase que la reciprocidad, con lo que nos proponemos estudiar qué elementos…