Una Historia De La Biología Según El Conejillo De Indias [texto Impreso].
Resumen del Libro
En el transcurso del siglo XX, hemos pasado de ignorar por completo por qué ciertas enfermedades son cosa de familia a disponer de sencillos tests genéticos que pueden comprarse en Internet. Del anuncio de la muerte del darwinismo, hemos pasado al triunfo de la moderna teoría de la evolución. Y todo gracias a la mosca de la fruta, el conejillo de Indias, el pez cebra y un puñado de organismos que nos han ayudado a desvelar uno de los mayores misterios de la vida: la herencia. Jim Endersby enlaza la pasión de Darwin por polinizar flores en el jardín de su casa -empeñado en descubrir si la decisión de casarse con su prima había terminado perjudicando a los hijos de ambos- con los punteros laboratorios de nuestros días, llenos de tanques repletos de peces cebra cuyo cuerpo, transparente hasta que el animal alcanza la madurez, permite a los científicos observar todos los pasos del desarrollo: desde la multiplicación de la primera célula fecundada hasta que ésta se convierte en millones de células especializadas que conforman un pez. Cada una de las historias que Jim Endersby nos presenta ha contribuido, paso a paso, a revelar los mecanismos mediante los cuales el ADN determina las características del organismo adulto. No todos los organismos, sin embargo, han resultado tan serviciales como la mosca de la fruta o el pez cebra: algunos ofrecieron a los científicos respuestas engañosas, mientras que otros los empujaron a hacer las preguntas equivocadas. Este original examen de las ciencias de la vida, tan ameno como sorprendente e instructivo, nos lanza, además, un desafío: el de tener en cuenta los dilemas éticos que la biología nos plantea en un momento en el que, por primera vez en la historia, tenemos la capacidad de alterar la naturaleza de los seres vivos. Quien trate de leer este libro por encima se verá abocado a devorar cada una de sus palabras, esclarecedora y entretenida, estamos ante una innovadora historia de la ciencia que todos…