Andy Y Sus Hijos

0 Comentarios ».

Resumen del Libro



LEONARDO Solano (Leo, para sus amigos) daba las últimas pinceladas a un rostro de mujer que, desde el ancho lienzo, y en el soporte del caballete, parecía sonreír. Tan pronto se acercaba, y acentuaba una ceja del retrato, como se separaba, y ladeaba la cabeza y volvía a acercarse para dar otra pinceladita aquí o allá. -Pero, bueno –estalló Miryan-, ¿se puede saber si me oyes o no me oyes?. Llevo aquí más de media hora, y para eso he tenido que enterarme por los periódicos de tu arribo a la ciudad. Vengo, llamo a tu apartamento y te encuentro ahí metido en ese blusón mugriento, dando pinceladas, y te hablo, y parece que no te has enterado de nada.


Autores



Opciones de descarga:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.