Juega El Partido De Tu Vida. El Capital Humano Y El Talento Residen En Las Emociones
Resumen del Libro
A diario nos enfrentamos a una trama argumental de pensamientos, emociones y sentimientos que nos impiden movernos en el laberinto interior de un decisivo partido mental. Rivales como el miedo, la incertidumbre, el poder, el tiempo… son expuestos y superados en esta obra a traves de un viaje de iniciacion psicoemocional sobre el ser humano y su continuo despliegue existencial. La vida es cambio y todos tenemos un papel que interpretar en esta gran pelicula. Con la incertidumbre y nuestra compleja individualidad siempre presentes, luchamos en la trinchera de las interpretaciones dejando atras un camino en el que gozamos y sufrimos, desgastando nuestro Ser y alimentando nuestro espiritu. Desplegamos los valores de la humanidad en un continuo debate entre lo que exhibimos, lo que tenemos y lo que creemos tener. Dispuestos a cualquier cosa menos a vivir cada momento, necesitamos mas conocimiento sobre lo emocional. Ignorar esto esta causando danos que hipotecan la personalidad de las generaciones futuras, obligadas a la integracion entre Razon y Emocion hacia lo autentico del individuo. No te identifiques con tu personalidad para perder la conciencia del Ser, pues somos algo mas de lo que sentimos, aunque sentimos para sentirnos algo. Conocedores de la mas intima realidad humana lo que nos proponen Ignacio y Joaquina en su Juega el partido de tu vida es todo un programa de vida interior para sacar lo maximo de cada uno de nosotros. Nuestra vida es la historia de nuestras decisiones. Nada esta predeterminado. En nosotros esta la llave del futuro. Podemos jugar bien o mal la partida de nuestra vida. Somos los responsables de nuestro futuro. Las percepciones son solo la punta del iceberg de la realidad. Nuestra mas profunda realidad es transpercepcional, que no por ello menos real. En saber captarla y encauzarla a traves de nuestras decisiones es donde se juega el partido de nuestra vida. Joaquina e Ignacio nos lo desgranan magnificamente. Miguel A. Arino. Profesor…