La Vida Es Un Acto De Soledad Que Pasamos En Compaa
A los nueve años, Rafael sin motivo sanitario fue encerrado por su padre en un sanato-rio mental. Sale a los diecinueve y regresa al pueblo. En la casa familiar le reciben sin interés, es claramente un extraño conocido, le obligan a trabajar sin descanso y le castigan con la indi-ferencia más cruel. A los miembros de la familia Hacha les cuesta decir la verdad y hay mo-mentos en los que la oscuridad les domina. Buscando ocultar la turbia historia familiar prota-gonizada por el abuelo difunto, mienten a Rafael.La abuela paterna de Rafael también sufre el destierro. Cuando el joven la visita en es-tricto secreto, la anciana le da la clave del desprecio con el que le tratan en casa de su padre.Rafael decide irse, antes deja claro que ha tomado ciertas decisiones que no gustarán. En la ciudad conoce a Laura y descubre una tipología de persona radiante, limpia. La situación de soledad que ambos viven, la mutua comprensión y la necesidad de compañía facilitan un noviazgo breve e impulsivo. Laura dedica tiempo al padre que resta al marido. Mostrando su esencia autoritaria y egoísta, Rafael, lejos de mostrarse comprensivo, se pone celoso, no quie-re compartir a la esposa. La escasa comunicación les encamina hacia la desavenencia. Como un fenómeno integrador aportado por el destino, aparece Luz, una niña huérfana y preciosa, de ocho años, que no tiene familia y acabará en el hospicio si Laura y Rafael no la recogen, la adoptan y Luz pronto cautiva a su nuevo padre.Rafael jamás ha podido superar los penosos espectáculos conyugales de su niñez y un mal día cambia el tratamiento hacia su esposa Laura llamándola ¡Oye, tú! A partir de ahí, se suceden los alardes de machismo. La quiere con ahínco y la detesta con tesón. Laura empieza a compartir a su marido con las cartas, el alcohol y las prostitutas.En el sanatorio mental, Dolores para los internos supone un substitutivo de la madre biológica. Cuando la desesperación le supera, Rafael regresa a…